Me atrae lo original. Cuando voy con la cámara en mano y veo algo o a alguien que a mí me parece original, me entra un subidón que me pone de los nervios. "Esto lo tengo que pillar". Es como una droga. Me pervierte, y al final caigo en las redes de ese algo o alguien. Si es una persona me da un poco de corte acercarme para hacerle un retrato, más si no habla español, porque es el único idioma que hablo. Pero bueno, le echo huevos, y haciendo algunos gestos idiotas (porque me siento un idiota al no saber otro idioma y no poder comunicarme) la gente se deja fotografiar. La gente es buena, poca gente me ha dicho "no" cuando le he pedido retratarla.
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Fotografía: Antonio Carro |
Si a mí me viniera alguien a pedirme que quiere sacarme una foto (lo dudo, soy un tío muy corriente), lo dejaría, si eso le hace feliz... Es como yo me siento cuando el obturador hace "click" al atrapar mi deseo irreprimible, feliz , muy feliz.